miércoles, 27 de octubre de 2010

El Nuevo Nacimiento

Misael Argeñal

Texto: Fecha: 9/Julio/2000

Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. 2Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. 3Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 4Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. 7No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.” (Juan 3: 1-7.)

Introducción.

Los fariseos eran un grupo político y religioso, al principio eran gente muy recta he integra, era un grupo admirable, la mayor parte de ellos componían el sanedrín, donde se componía de 70 ancianos mayores de 30 años, pero poco a poco se fueron cayendo moralmente por su mal testimonio hasta que fracasaron, el poder les hizo daño, llegaron a ser unos opositores al ministerio de Jesús, Juan los llamo “Generación de Víboras”, Jesús los llamo “Hipócritas, sepulcros blanqueados”, Jesús los enfrento duramente.

Pero no todos eran malos, del fariseísmo venia el apóstol Pablo, preparado bajo la enseñanza de Gamaliel un fariseo, pero que no era malo como los demás, defendió a los apóstoles cuando quisieron matarlos.

Nicodemo era un fariseo, pero tampoco era malo, era un seguidor del ministerio de Cristo, era admirador de Cristo, (No todo lo que esta en la Iglesia es bueno, y no todo es malo) cuando la red es tirada recoge toda clase de peces, peces buenos y peces malos, pero al sacarlos se escogen los buenos a la derecha y los malos a la izquierda, cuando Cristo venga no ira al mundo, vendrá a escoger a su pueblo dentro de la iglesia.

Algunos dicen que Nicodemo llego de noche a Jesús porque era su tiempo libre, pero la mayor parte de los escritores coinciden en que el iba escondiéndose de los comentarios, del que dirán, tenia temor por las opiniones de los demás personas ya que el era un principal de los fariseos.

Nicodemo era un gran hombre, había sido admirador de Jesús, había sido impactado por el ministerio de Jesús, pero fue incapaz de tomar una decisión, no tuvo el valor de enfrentarse a los fariseos y declararse seguidor y admirador de Jesús.

Pero cuando Jesús iba a ser crucificado, Nicodemo lo defendió y dijo;

Les dijo Nicodemo, el que vino a él de noche, el cual era uno de ellos: 51¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye, y sabe lo que ha hecho? 52Respondieron y le dijeron: ¿Eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta.” (Juan 7: 50-52.)

Lo defendió, se enfrento a los fariseos por Jesús, pero siempre fue un seguidor de lejos, siguió el ministerio de Jesús hasta la muerte, pero de lejos.

¡Nunca nos avergoncemos de ser cristianos!

Nicodemo fue una persona que no se acerco a Jesús para condenarlo, sino para tener una experiencia personal con Jesús.

Nicodemo vio a Lázaro ser resucitado, vio demonios postrarse ante Jesús, leprosos ser limpiados, por esta causa Nicodemo dijo; “sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.

La forma de identificar si una persona es de Dios es por sus frutos, si estos frutos se manifiestan, significa que el reino de Dios se esta manifestando aquí en al tierra.

Cuando no nacemos de nuevo, solo seremos admiradores, espectadores del reino de Dios a lo lejos, pero si nacemos de nuevo, seremos participantes y herederos de la gloria del reino de Dios.

¿Qué es nacer de nuevo?

Es morir a nuestra vida y naturaleza pecaminosa, y nacer en la resurrección de Cristo para vida eterna.

El cielo esta lleno de hombres muy malos, pero que en el ultimo minuto de su vida se arrepintieron y reconocieron a Jesús como hijo de Dios.

El infierno esta lleno de hombres buenos, muy buenos, eran tan buenos que nunca reconocieron a Jesús como Señor, como hijo de Dios y Salvador, por esta causa están en el infierno.

Nadie viene a Cristo por ser buena gente, pero cuando Cristo entra en nuestra vida, el se encarga de hacernos buena gente.

Nadie que se encuentra con Cristo Jesús podrá seguir siendo igual, algo pasa en nosotros que nos cambia, es el nuevo nacimiento del Espíritu Santo de Dios.

¡Nunca nos avergoncemos del evangelio de Cristo, porque es poder de Dios!

Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree.” (Romanos 1: 16.)

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