lunes, 26 de enero de 2009

La cobertura trae Crecimiento.


“Quince codos mas altos subieron las aguas, después que fueron cubiertos los montes” (Gn. 7: 20.)
Realmente es una bendición poder contar con una cobertura ministerial, ya que eso declara que tienes casa, que entiendes el principio de autoridad espiritual, que deseas seguir la base Bíblica que dice:
“Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu”. (Efesios 2: 20-22.)

No podemos pretender levantar un ministerio lejos de la cobertura apostólica y profética que Dios a estipulado en su Iglesia, sería un fracaso, ya que la falta de cobertura demuestra nuestro orgullo de no querer someternos a otros, nuestra falta de madures al no entender la tremenda bendición que es tener un padre espiritual, nuestra independencia a lo estipulado por Dios.
La cobertura es el principio del crecimiento, tal vez tus aguas han estado bajas, quizás has estado nadando en la orilla, anhelando un crecimiento, oras por ello, buscas las almas, buscas el rostro de Dios, tus intenciones son buenas, pero por mas que te esfuerzas parece que nada funciona, te sientes estancado, dando vueltas en el mismo desierto, tolerando las niñerías de los mismos veinte miembros de hace unos cuantos años, ¡No crees que ya es tiempo de buscar una cobertura ministerial!
Tienes todo el potencial, tienes el favor de Dios, tienes la pasión por Dios y por las almas, tienes un anhelo sincero de dar a conocer a Dios, pero te falta algo; “La cobertura Ministerial”, y te aseguro que tus aguas subirán quince codos más alto después de que cubras tus montes.
Es necesario que comencemos a edificar sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, sino nuestras edificaciones caerán por falta de un buen cimiento, estaremos construyendo sobre arena que poco a poco nos ablandara el suelo hasta que nuestra casa se derrumbe. Recuerda que después que dice el versículo que el fundamento es la cobertura de los apóstoles y profetas, entra en acción la obra de Cristo al ser él la piedra principal de nuestra edificación, esa piedra que jamás caerá, vendrán los terremotos, tormentas, problemas, todo lo adverso que se quiera venir, pero jamás se derrumbara nuestra edificación por que Cristo la sostiene, y esa coordinación bajo cobertura ministerial y espiritual traerá crecimiento a la iglesia tanto numérico como espiritual para ser ese templo y morada del Espíritu Santo, ese lugar de Santidad, donde la Gloria de Dios descienda siempre, y los milagros sean parte de nuestra vida.

Recuerda: “Dios no respalda a ermitaños espirituales”

Anthony Hernández

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