viernes, 19 de diciembre de 2008

¡Como Jesús!


Una ves, se dice que un predicador estaba dando su clase dominical a los niños que asistían todos los domingos a la Iglesia, y en esta clase les enseñaba acerca de la vida de Jesús, de su carácter, de su Amor, paciencia, afecto, compasión, y de todas las características maravillosas de Jesús.
Y en una de sus preguntas, el dijo; ¿A cuantos de aquí les gustaría conocer Jesús? Y de en medio de la clase se levanto un niño y dijo; “yo conozco a Jesús”, y el predicador un poco desconcertado le dice; ¿de donde conoces a Jesús? Y el niño dice; “es mi vecino” “El es y hace todo lo que usted nos acaba de enseñar, entonces estoy convencido de que el es Jesús”.

Que tremenda enseñanza nos da esta historia, donde un vecino logro impactar la inocente vida de un niño con el testimonio o su forma de vivir, a tal grado que el niño creía que este era Jesús, la pregunta es; ¿qué tanto nos parecemos a Jesús? ¿Qué tanto estamos impactando la vida de los que nos rodean? ¿Como es nuestro testimonio? ¿Qué clase de cristiano piensa la gente que somos nosotros?
La realidad, es que cantar en la iglesia, tocar un instrumento, predicar, o andar la Biblia en la mano, no me da ninguna garantía de ir al cielo, o mas sencillo aun, de que este impactando a alguien, mi testimonio es mi carta de presentación, por eso es tan importante cuidarse y que nuestros pasos sean rectos delante de los ojos de Dios.
Sabes allá afuera hay un mundo que se esta muriendo, una familia a punto de separarse, alguien con alguna enfermedad incurable, una madre llorando por un hijo perdido, una joven abusada por un padre, y un sin fin de cosas que están destruyendo nuestro mundo, y aun no logro entender como podemos estar tan tranquilos en nuestra casa y en nuestra vida sin compromiso, es tiempo de rendir nuestros derechos, y dejarnos moldear por Dios, de tomar nuestra posición y llevar la gloria de Dios a este mundo perdido, es nuestra responsabilidad que la luz no se apague, que la sal no se vuelva insípida, ¿qué sientes cuando ves la situación a tu alrededor? Jesús al ver las multitudes lo que el sentía era “compasión”. Dios te quiere usar para que lleves fruto, y fruto en abundancia.

“No existe alguien que Dios no pueda usar, y no hay Idioma en que Dios no hable”

Fraternalmente tu amigo y hermano

Anthony Hernández

Credo Producciones

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