martes, 23 de febrero de 2010

Amigos más que nada

Amigos más que nada

Marcos Witt

Hay un proverbio noruego que dice:

Un amigo es una persona que conoce todo acerca de uno y aún así nos ama

Además, la Biblia nos enseña; “En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia” (proverbios 17:17)

"El camino entre la casa de buenos amigos es uno en el que no crece el pasto"

¡Cómo le doy gracias a Dios por mis amigos! Gente que siempre está cerca en tiempos de necesidad. Hay un antiguo proverbio que dice los amigos son puestos por Dios para preservarnos la vida. ¿Qué podría decir de las veces que un amigo ha llegado a mi rescate con una palabra de aliento, ánimo o consejo? Creo que las palabras sobrarían.

Las personas que no tienen amigos están en una bancarrota absoluta. Lo que valemos se puede medir en la cantidad y calidad de amigos que tenemos.

Seguramente hay amigos con quien nos sentimos más identificados que otros. Hay niveles de amistada, también. Jesús mismo se rodeó de amigos, entre los cuales se destaca Juan el amado como el más cercano al Señor.

Por ejemplo, en el caso mío, mis músicos son un grupo de personas que considero como los más allegados a mi vida y quienes amo con todo el corazón. Con ellos paso tiempo muy feliz, no tan solamente ministrando y trabajando juntos, sino también de refrigerio y diversión. Entre ellos hay uno con quien me identifico mucho más y que ha llegado a ser uno de mis mejores amigos.

Después de ellos hay gente que trabaja en las diferentes oficinas de nuestro ministerio con quienes sostengo una amistad muy especial. Es gente por quien daría mi vida como ellos la están dando por mí. Además de ellos, cuento con la amistad de muchas personas que desarrollan sus propios ministerios y que han llegado a ser una parte vital en el desarrollo de mi vida personal y ministerial. Por cada uno de ellos doy gracias a Dios. De cada uno de ellos he aprendido cosas invaluables y su amistad es más importante que cualquier otra cosa.

Entre todos ellos, sobresale una persona. Es una amiga que he tenido por más de 12 años, después de conocerla un verano de 1985. Una elegante pero sencilla persona que dirigía las alabanzas en su congregación a donde llegué a predicar por tres noches. Su amor por DIOS y su pasión por la obra del Señor fueron dos de las cosas que cautivaron mi corazón.

Cuando la vi adorar al Señor con todo lo que tenía, sin importarle lo que pensaran los que le rodeaban, supe que era una mujer dedicada a un solo objetivo: agradar a su Señor. Entre todos mis amigos, mi esposa Miriam es la más fiel, la más constante, la más entregada y comprometida. Es la que ha pagado el precio más alto también. Así es en la amistad: se tiene que estar dispuesto a pagar un precio

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16).

No conozco una persona más dedicada a ser mi amiga que Miriam: siempre buscándome. Así es en la amistad: se busca complacer al amigo. ¡Cómo le doy gracias a Dios por mi mejor amiga!

Hace falta que veamos el matrimonio como debe ser: un alto nivel de amistad. Miriam es mi esposa, novia y amiga. Necesitamos mantener alto el nivel de amistad en nuestro matrimonio para que pueda florecer y crecer. Si podemos mirar a nuestras esposas como nuestra mejor amiga, quizá muchas de las tensiones que estamos viviendo se nos irían.
Está de pensarse……..

Una canción dice:

No son muchos pero Dios los puso ahí, extranjeros de otra talla, tan insólitos aquí, que me respetan y regañan a la vez, y me quieren como soy, aunque me conocen bien.
Están cerca, no me es fácil engañarles, por que llevan mis heridas y miserias en su pecho, y jamás me echan en la cara lo que han hecho, aún teniendo una razón, son amigos, no hace falta dar sus nombres o apellidos….Porque de sobra ellos se saben aludidos.

Marcos Vidal ("Mi regalo" (c) 1997 Vidal Music)

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