martes, 23 de febrero de 2010

El Rio de Dios, Pasando a otros Niveles


El Rio de Dios, Pasando a otros Niveles

Anthony Hernández

En los vrs. 3-5, nos muestra distancias en símbolos de niveles, vemos a Dios con un cordel midiendo la distancia sobre la cual nos llevará, entre más profunda sea nuestra relación con él, nos llevará más adentro de su río.

“Y salió el varón hacia el oriente, llevando un cordel en su mano; y midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los tobillos. Midió otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta las rodillas. Midió luego otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta los lomos. Midió otros mil, y era ya un río que yo no podía pasar, porque las aguas habían crecido de manera que el río no se podía pasar sino a nado”

Nos habla de diferentes niveles espirituales que es necesario que pasemos, no importa que el agua hoy nos lleve a los tobillos, no olvidemos que el nivel del agua cada vez va subiendo mas, y esto es algo de lo que Satanás a de estar asustado, porque él sabe que una persona llena de las aguas de Dios será un problema constante para él y para sus planes.

Nunca te desesperes por llegar al otro lado, Dios tiene su momento para cada uno, nunca le pidas a alguien que ministre como tú lo haces, o pretendas ministrar como otros lo hacen, nunca le exijas a otros que prediquen como tú lo haces, espera que se profundice en las aguas, y que descubra nuevos niveles en Dios, nuevos momentos en la presencia de Dios, nuevos grados de unción, porque exigiendo y comparando lo único que traerás será confusión y frustración en la vida de otros o en la tuya, ya que sentirán que no dan la talla de lo que esperas, déjalo que se desarrolle, déjalo que aprenda a nadar, déjalo que Dios haga la obra en esa vida, porque si empujas puedes echar a perder la buena formación en otro.

He visto jóvenes con tremendos talentos que nunca los desarrollaron porque los lideres de su momento los frustraron exigiéndoles mas de lo que podían dar en ese momento, he visto lideres decepcionados, sin servir en la iglesia, porque nunca los dejaron disfrutar de un buen chapuzón en el rio de Dios, a veces queremos que se hagan baños de zopilotes y que huelan como a recién nacidos, ¡NO!, deja que Dios haga la obra en ellos, deja que aprendan a confiar en Dios, deja a los recién convertidos que aprendan a conocer a su Dios, porque a veces por nuestra desesperación de crecer como iglesia, hemos puesto a lideres neófitos o aun no aptos para el liderazgo frustrándolos a ellos como al sistema de la iglesia, no es una competencia de ver quien tiene más lideres, es una responsabilidad nuestra formar bien a los que Dios le costó tanto salvar, no sea que en vez de ayudar estemos estorbando la buena obra que Dios quiere hacer en los demás.

No pretendas verlos peinados, vestidos, o con lenguaje que a ti te gusta en el poco tiempo que tienen de ser cristianos, recuerda que las ataduras de unos a veces son más fuertes que las de otros, no todos cambian al mismo tiempo, no hay tiempo definido para el cambio, no juegues a ser Dios, deja que en su momento Dios haga lo que tiene que hacer, tu solo cuida de darles amor, fuerza, aliento, y formación, lo demás lo hace Dios.

Los niveles son de Dios, por lo tanto es él el que hizo pasar al profeta mil codos más adentro, por lo tanto nosotros solo podemos ser ejemplo y motivación para que los recién convertidos busquen el rostro de Dios, ¡Cada obrero con su responsabilidad!

Hay niveles mayores de los que tú estás viviendo en este momento, aun cuando tu momento sea bueno, Dios no se queda allí, hay mejores cosas que Dios quiere compartir contigo, solo anhela su presencia, anhela pasar a otro nivel, déjate llevar por las corrientes del rio de Dios y disfruta de lo que él tiene para ti.

Anthony Hernández

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