jueves, 25 de febrero de 2010

El Perfil de un líder de alabanza

El Perfil de un líder de alabanza

Anthony Hernández.

Hace tiempo recuerdo que nos visitaba en San Pedro Sula un pastor y salmista de Guatemala llamado Fernel Monrroy, para nosotros era bien conocido pues su música nos había bendecido por años, el cantaba canciones como “Remolineando” y otras congregacionales que casi eran himnos nacionales en nuestra iglesia, no faltaban sus canciones en nuestras reuniones, pero esa vez él había sido invitado a una reunión en nuestra iglesia a predicar, y nosotros siempre estábamos desde una hora antes de la reunión preparando todo, probando audio y ordenando la lista de canciones, cuando de repente apareció él con un shofar o cuerno en su mano, lo había traído de Israel, nosotros sabíamos que él predicaría esa noche, pero no que cantaría, entonces nos agarró de sorpresa, y nos dijo, yo no puedo ministrar con pistas, necesito ambiente genuino y espontaneo por lo tanto esta noche ministraremos juntos al señor, pues yo estaba en el bajo, y yo lo admiraba mucho, era un honor ministrar en el altar con tan tremendo ministro como lo es el pastor Fernel Monrroy, y agarró el piano solo para enseñarnos algunas canciones para el momento, y en su sencillez y humildad comenzó a decirnos las tonalidades de las canciones, yo estaba emocionado, pues fue como un bono de Dios para nosotros.

Esa noche tocamos pocos músicos pues algunos andaban en la universidad, y la gente empezaba a llegar a la reunión en una carpa de nuestra iglesia, y el comenzó a orar con nosotros y por nosotros, nos bendijo, nos animó, y nos motivó, cuando comenzó el culto, la verdad nadie esperaba verlo ahí ministrando con nosotros la alabanza, y recuerdo que después de una oración inicial tomó el Shofar en su mano y lo sopló fuertemente, al instante al ambiente cambió, sentí como un escalofrió en mi cuerpo, fue como un llamado a orden de batalla, la gente comenzó a gritar y a celebrar como nunca lo había visto, cada palabra, cada canción, cada grito esa noche era acompañado de una unción poderosa, la gente danzó, gritó, gimió, lloró, se gozó, realmente fue una locura, un derramamiento del gozo del Espíritu tremendo como pocas veces se ha experimentado en la iglesia, recuerdo que mientras la gente celebraba el cerró sus labios y me miró, con sus ojos llorosos y viéndome señaló al centro de la iglesia y dijo: “Allí está El, Allí está El”, yo estaba tocando el bajo quebrantado en llanto, fue impresionante la unción y derramamiento de gozo de esa noche, hubo gente que no se podía ni parar.

Nuestra iglesia era muy visitada por bastantes cantantes, pero pocos, realmente pocos vi en ellos un ejemplo de director de alabanza como lo fue Fernel Monrroy esa noche, la mayoría eran buenos cantantes, y en algunos casos “artistas cristianos”, pero pocos eran adoradores y salmistas como Fernel, cambió el ambiente, transformó la atmósfera, fue capaz de guiar al pueblo a la presencia de Dios y el pueblo lo disfrutó, fue una noche digna de plasmar en un libro.

Esa noche entendí porqué la Biblia dice que Dios busca Adoradores en Espíritu y Verdad, si tuviésemos más directores como él, sería una revolución en nuestras ciudades, sería un impacto en cada reunión de nuestras iglesias.

De ahí nació un hambre en mi vida de ese algo más, eso diferente a las notas musicales, eso que se llama liderazgo, autoridad, unción y revelación, se despertó en mi un anhelo de dejar de ser un músico y anhelar la vida del director de alabanza, no hablo de posición en el grupo de alabanza, hablo de conducta y estilo de vida,

“Dios busca Adoradores en Espíritu y en Verdad, no artistas”

Anthony Hernández

Credo Producciones

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1 comentario:

  1. Leyendo este escrito, mi alma se emocionaba , inaginandome esa gloria que el Señor nos permite disfrutar, q hermoso es poder esperimentar esas visitaciones de nuestro Rey y Salvador. Y que hermoso q pudieron entender su proposito. Aleluya Gloria a Dios

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